domingo, 2 de septiembre de 2012

Todos amamos Japón

Las modas culturales ameritan, siempre, alguna reflexión. En el caso de la historieta en argentina vivimos casi en continuo dos invasiones, (imposición de gustos, apreciaciones y consumo) de historietas primero norteamericanas y luego japonesas. Casi como parte del mismo movimiento que dejo fuera de circulación a toda una basta producción y tradición de historietas locales. Los autores, obras y personajes nacionales desaparecieron de la cultura argentina para participar directamente de otros mercados culturales. Lo que si apareció en abundancia fueron los superhéroes primero y el manga después. Parecería fácil explicar el fenómeno desde la lógica de una cultura periférica, dependiente de los dictados y producciones del centro. Pero tanto en la invasión de los superhéroes como en la imposición del manga, hay significativas diferencias. El objetivo de este Post, es matizar un poco aquellas modas.

Importando cultura


El negocio editorial tiene una lógica precisa. Mientras mas tenga para publicar, mientras más objetos pueda colorar en el mercado, más productos voy a vender. Y mientras mas paginas tengan mis libros, mayor será la rentabilidad relativa del negocio. Asimismo podemos pensar que el factor prestigio transforma la rentabilidad relativa en rentabilidad absoluta. Ya que supone la situación de monopolio. Entonces mis libros no solo saldrán más caros porque tienen mas paginas, sino que además saldrán más caros porque son prestigiosos. Sin embargo la interacción de estos tres elementos: Diversidad, extensión y prestigio, no juegan al mismo tiempo ni en los mismos lugares.
Y pensando en la cultura masiva, en la producción masiva del entretenimiento como han llamado, no inocentemente, en Estados Unidos al fenómeno, el negocio no pasa por el prestigio de las obras, sino por la cantidad de unidades vendidas. Y anulada también la diversidad aquí la variable decisiva es la extensión. Importa vender mucho de lo mismo y que lo mismo sea extenso. Así los libros de Stephen King tienen mas paginas que los de Borges pero valen lo mismo. Son lógicas distintas para el mismo negocio.
El tema de las patentes y los derechos de autor introduce una variable más. Editores publican obras que no producen y pagan por ellas un costo marginal a su producción real. No sale lo mismo pagarle a Stephen King para que escriba un libro, que comprarle a un agente los derechos de un libro de Stephen King producido en otro mercado, con otras condiciones.

Perfil. El negocio seguro y la invasión de los superhéroes.


Cuando Perfil inicia hacia principio de los años 90 la publicación de los comics de DC había hecho sin duda un frio cálculo de mercado. Para entonces las grandes editoriales de historieta argentina estaban desaparecidas en una abierta crisis. Es decir, había un público disponible y desorientado ante la incapacidad de los productores locales de reformularse o posicionarse frente a las nuevas condiciones. Además se especulaba con la promoción indirecta de los fenómenos multinacionales. Cuenta Rafael de la Iglesia que Perfil “Con el éxito de la película de Batman de Tim Burton, editaron el cómic de la adaptación de ese film. Las ventas de esa revista fueron excelentes y, de ahí en más, se pusieron en campaña para conseguir la licencia de DC Cómics.” Publicar superhéroes en los 90 era un negocio seguro, la industria norteamericana del entreteniendo lo garantizaba. Además obtener licencias, al mismo tiempo que provee una significativa cantidad de páginas a precios de destajo, resuelve el complejo problema de producir. Ningún capitalista dudaría un minuto. Así como perfil conquista un negocio fácil, lo pierde cuando editoriales mas grandes de España y México se abocan al mismo negocio seguro. Pero lo que queda de la experiencia de perfil es una pauta muy clara, hay que obtener las licencias de las futuras modas culturales. Hay que poner en los kioskos las historietas de lo que los Yankees ponen en el cine.


Inteligencia comercial y la llegada del manga



El transito del manga introduce una dinámica distinta, ya no es la relación directa con la metrópoli lo que determina “que” hay que buscar afuera, sino la inteligencia del editor para elegir en que afuera buscar. Y es que la invasión del manga es un problema también para la industria cultural norteamericana. Porque estados unidos produce historietas y dibujos animados. Es otras palabras, estados unidos produce todo lo que el manga ofrece. Alguien debería detallar las diversas estrategias que la industria Norteamericana se ha provisto para proteger su producción cultural. Se me ocurre ahora el sistema de licencias y sus restricciones. Que ha hecho Disney al comprar los derechos de algunas películas de anime más que evitar que los tenga otro. Limitando así su influencia.
De modo que por el camino de la colonia cultural Norteamericana el manga no podía llegar e imponerse. Hay que hacer una observación, el manga es en términos editoriales un jugoso negocio, se trata de obras gigantescas que pueden ser editadas en libros de mas 150 paginas, con lo que eso significa en términos de rentabilidad. Además con suerte, esas obras llegan con dibujos animados de extraordinaria factura.
La invasión del manga entonces tiene otras realidades, y otros actores detrás. La expansión económica y cultural japonesa por un lado (Pensemos por ejemplo que Toyota se convierte en la segunda sino en la primer automotriz del mundo en este mismo periodo) y por otro lado la inteligencia de algunos editores de buscar selectivamente productos de aquella industria. Y establecer vínculos directos con los propietarios de los derechos. Además la popularidad de la TV Cable y la incidencia del canal MAGIC abren el horizonte a un nuevo mundo de producciones culturales que luego internet amplifica posibilitando la circulación por fuera de lo que el dominio de las licencias permitiría. Así es como llegamos a Editorial Ivrea
Ivrea fue Fundada en 1997 por Leandro Oberto y Pablo Ruiz. Pero Oberto ya había incursionado en el mundo editorial con un sello llamado GENUX, iniciando entonces la búsqueda de derechos de historietas Norteamericanas, en ese caso de IMAGE. Para 1997 ya con IVREA Oberto había obtenido la licencia de TOP COW (subsello dentro de IMAGE) y publica en julio de ese mismo año el primer Número de la revista Lazer. Donde la tapa era Sailor Moon, cuyo anime estaba siendo emitido por MAGIC. El canal formaba parte de una apuesta del Grupo PRAMER y CABLEVISION, que por entonces pertenecía a Eduardo Eurnekian. No sabemos como llegaban a obtener las licencias de los anime, pero no es difícil imaginar que los mismos proveedores de enlatados Norteamericanos (X-Men; Spider Man; y Power Rangers) distribuían también los animes. Magic jamás escapo a la lógica de la dependencia, pero abrió el horizonte de un nuevo negocio. Había que poner en los kioskos lo que los yankees ponían en la tele.
A esta altura es difícil negar que Leandro Oberto es un empresario muy hábil que analizaba donde se metía. En el correo del numero 2 de Lazer, por ejemplo se despacha con un curioso análisis de la correspondencia recibida “basándonos en las cartas e e-mails, el publico de lazer tiene las siguientes características 55%hombres 45% mujeres. 20% de 12 a 14 años. 50% de 15 a 19 años 30% de 20 en adelante. 85% mira dibujos animados después de la medianoche” además de exhibir algún curso barato de marketing, demuestra así un cuidadoso interés por el publico que de pronto, empezó a comprar sus revistas. Al poco tiempo Ivrea abandona la búsqueda de licencias Norteamericana y empieza a dedicarse al manga. Comenzando con Ranma ½ y Evangelion y luego extendiendo la oferta hacia un significativo catalogo de obras.




El gran paso que da IVREA es buscar las licencias directamente con los productores y editores Japoneses, haciéndose cargo también de las traducciones, con lo que obtiene un vínculo directo con el mercado japonés pasando de una posición dependiente del MAGIC a una posición autónoma. Ivrea camina varios pasos adelante del Magic, objeta la programación, llega incluso a introducirse en ella. Oberto conduce el club del anime en un momento. Este plus, es lo que le permite expandirse fuera del mercado local. Llegando incluso a posicionarse en otros países. Incorpora una filial en España en 2001 y en Finlandia en 2007. Además, generaba acontecimientos por fuera de la realidad editorial “realizó trimestralmente fiestas en discotecas apuntadas al publico lector de cómics y anime. Llevaron por nombre Lazermaniacs y Lazer Royale, divididas en Lazer Day (apto para todo público) y Lazer Night (mayores de 18). En las mismas hubo concursos de cosplay” (Wikipedia)
Si bien, y a pesar de estas fiestas, la participación de Ivrea en los eventos que he denominado hegemónicos como organizador se limita apenas a Expocomics & Anime ha participado como expositor en casi todos los eventos. Y sin duda –por las dimensiones que alcanzo la empresa en poco tiempo y por ser el principal editor detrás del manga- es uno de los agentes económicos más importantes en el campo. Al menos hasta 2011 cuando la editorial comunica que ha decidido cesar parcialmente sus actividades comerciales en el país.
El comunicado publicado en el blog de la editorial rezaba: “Ivrea Argentina en 2011 ha sido absorbida por la filial europea de Ivrea (rama que dirige Leandro Oberto, fundador de Ivrea Argentina). Tras una intensa restructuración producto de esto, ahora estamos listos para volver al ruedo. Reforzados por la solidez económica de nuestros socios españoles que se han volcado a pleno con el proyecto, empezamos una nueva etapa” También se informaba “Hemos armado una alianza estratégica con SD Distribuciones (nuestro principal distribuidor en España) para el desarrollo del mercado argentino. Este mes se instalará en Argentina con el objetivo central de distribuir los mangas de Ivrea” y que “Pasamos toda la impresión de mangas argentinos a la imprenta de Barcelona donde se hacen los mangas de nuestra filial española.” Esto puede ser leído como un nuevo desembarco de capitales y empresas españolas en la industria editorial argentina.

Las vías de escape. La cultura que proponía IVREA

Algo interesante para pensar sobre el fenómeno del manga es que tipo de lector ha configurado. Y si comiqueando fue el agente difusor y estructurador de todo el auge de la historieta norteamericana de los 90, Lazer cumplió la misma función para el manga. Ambas publicaciones determinaron de alguna manera que tipo de acercamiento harían los lectores hacia esas propuestas culturales. En el acercamiento estan las posibilidades de superar la propuesta o reinterpretarla. Una via de escape.
En el editorial del primer numero de Lazer, Oberto sentencia “Somos de esos que graban Sailor Moon a la 1:30 de la mañana, que se ponen a visitar negocios de comics en Venecia, París o Bariloche; pero que, pese a todo, no se obsesionan con todo esto y disfrutan también de salir (…). Lo normal ¿no? Sí, pero muy raro entre la gente que escribe revistas de esto.” (1997) Nótese los lugares que visita esa gente “normal” que compra comics.




Las notas casi siempre se referían a los animes que se podían ver en la tele o que deberían poderse ver en ala tele. Incluian casi siempre un listado de episodios. A veces la revista parecía una TV GUIA.
A lo largo de los 59 números de Lazer, la revista realizo 6 entrevistas, a tres autores japoneses: Yoshiyuki Sadamoto, co-creador del anime Evangelion (N°38); Mazakazu Katsura, Autor del Manga DNA (N°41) y a Takehiro Inoue (N°47), Autor de Slam Dunk; a dos autores argentinos Ariel Olivetti (N°1) y Maitena (N°42) y a la banda Leprechaun, famosa por hacer covers de cortinas musicales de distintos Animes en los eventos de historieta. Amen de las dificultades que puede entrañar entrevistar a los autores japoneses, no encontramos demasiadas inquietudes por hacerlo. A diferencia de comiqueando, que traía un enorme bagaje de cuestionamientos, la revista de Oberto vanagloriaba el consumo de ciertas obras sin preguntarse por las formas de producción ni las herramientas de construcción. La naturaleza de la producción artística permanecía incomunicada. Las obras no eran interpeladas por eso no era necesario entrevistar autores, podíamos prescindir de ellos.
Tampoco encontramos muchas referencias al mercado local, a la producción independiente, ni ningún tipo de producción local. Había si una cobertura de los eventos de historieta con muchas fotos de los Cosplay, que parece, era lo único que pasaba allí.

Fascinación por Japón

Otro elemento llamativo de Lazer es cierta Fascinación por la cultura japonesa. Sin embargo el acercamiento se estructura sobre cierta idealización y una mirada acrítica. Leandro Oberto y los directivos de Ivrea viajaron varias veces a Japón para negociar contratos y licencias. En el N°23 (agosto de 2001) hay una nota donde Oberto cuenta su experiencia de viaje dice: “sin duda Japón es otro mundo, tienen mas tecnología que nosotros y sus ciudades son mas espectaculares” y “el mas grande logro de Japón es la ausencia absoluta de resentimiento entre las clases mas pudientes y las de menores ingresos. Todos se respetan y se aceptan no importa lo que haga el otro.” y saca extrañas conclusiones sobre esa paz “no hay crímenes por dinero ya que no existen los pobres”. En la peculiar etnografía de Oberto podemos identificar cierto elemento idílico apenas tamizado por algunas objeciones “la supuesta perfección puede tener sus lados negativos” por ejemplo “hay una preocupante cantidad de hombres de negocios con problemas de adicción al alcohol” o “nunca ves a nadie besándose en la calle” La sociedad sin pobres, parece, puede tener tristeza.



En el número 2 de la revista Lazer Plus (de octubre de 2001), dedicado al Anime Evangelion, encontramos en la pagina 5 una suerte de editorial de Agustin Gomez Sanz titulado “Buscando una respuesta” donde luego de comentar algunos detalles de la revista, dice “en el momento en que estén leyendo esto yo voy a estar en Japón con mi novia Romina (…)tratando de responder a una de las preguntas mas importantes de mi vida, algo que todo el mundo me viene preguntando desde que estaba en cuarto año de la secundaria: y porque Japón?!”(2001). Viajar a Japon es casi un mandato religioso. Y el acercamiento cultural no dista mucho de la mirada de un turista.


A modo de conclusión


El objetivo de estos párrafos es, como dije, matizar un poco el género, la forma y características de esas modas culturales. La manera en que se fueron instituyendo nuevos tipos de consumo en relación a la historieta. La expansión del Manga Y Anime no responde a las lógicas coloniales tradicionales de nuestra cultura. Sino que participa de un transito particular, relacionado a la expansión económica y cultural de Japón por un lado y al destierro de la propia oferta cultural. Si en los 90 nos quedamos sin cultura, en el 2000 importamos la que estaba más a mano.

1 comentario:

Prodigy dijo...

me iba caminando hasta el poli deportivo y me volvia para ahorrarme los ,70c de colectivo con eso en el mes me alcanzaba para comprarme la lazer q estaba 3,5... no tenia desperdicio desde los espigrafes hasta la seccion de mail...que buena revista... recuerdo empezar a comprarla cuando ya iban por varios números... pasar por etapas muy jodidas económicas y animicamente pero juntar unos pesos para comprarla porque no tenia desperdicio... era uno de esos pequeños gustos que te llenaban el alma... en algun lugar me descargue la coleccion completa en PDF... eran una de esas cosas de culto que uno no deja de leer