domingo, 10 de marzo de 2013

Hermética y los 90



En 1988, tras la disolución de V8, el bajista Ricardo Iorio, decide formar hermética. Para ello junta al Guitarrista Antonio Romano, al baterista Fabián Spataro, que luego será reemplazado por Tony Scotto y más tarde por el Pato Strunz. En la voz y durante todo el recorrido de la banda estuvo Claudio O’connor. La banda edito el disco “Hermética” en 1989. En ese disco están algunos de los temas clásicos de la banda como “Tu Eres Su seguridad” “sepulcro civil”, “Cráneo candente” o “masa anestesiada”. Luego en 1990 sale un EP llamado “Interpretes” con versiones de temas de otras bandas. Donde podemos encontrar versiones de “Cambalache” (tango de Discepolo) y Destrucción (tema mítico de V8) Luego en 1991 sale “Acido Argentino” hay están temas como “La Revancha de américa” “vientos de poder” o “gil trabajador”. En 1993 sale un disco en vivo, grabado en esatdium. Finalmente en 1994 sale el último disco de estudio llamado “víctimas del vaciamiento” cuyo título hace referencia a un tema del primer disco. Después de esto, cuando la banda ya estaba separada, salieron por convenio con la discográfica (DBN) en 1995 “Lo Ultimo” y “En concierto 1 y 2” que compilaban materiales de recitales en vivo.

Respecto al nombre de la banda, comenta Ariel Torres en el libro El perro cristiano, que Iorio barajo varias opciones y “La palabra Hermética (…)por su etimología y por su relación con la alquimia (el adjetivo se aplica también a especulaciones escritos y libros atribuidos al filósofo egipcio Hermes Trimegisto) y el hecho de querer practicar una música más cerrada le pareció más adecuada para bautizar a su nuevo proyecto”. Relacionado con el esoterismo, la existencia de Hermes Trimegisto está un poco en duda dice Wikipedia que “debido a la carencia de evidencias concluyentes sobre su existencia, el personaje histórico se ha ido construyendo ficticiamente desde la Edad Media hasta la actualidad, sobre todo a partir del resurgimiento del esoterismo.”

El documental


El documental "La Hache" de Nicanor Loreti está construido sobre un dialogo de entrevistados. A partir de ellos, mediante las armas de la edición y el montaje se va contando la historia de la banda. Pero el dialogo no es perfecto y ante aquella imperfección, aquella información que los entrevistados no pueden dar a entender, recurre a tímidos paneles con algunas precisiones. Pero la información sigue faltando, no se dice por ejemplo las fechas de salida de los discos, no hay entrevista a ningún productor artístico ni ingeniero de sonido que haya participado, tampoco a algún responsable de Tripoli (el sello que aposto por la banda). La historia que cuenta el documental es una historia hecha a partir de opiniones. Se omite por ejemplo el rechazo de Iorio a firmar con una multinacional poco antes de la separación. El interesante y muy metalero dialogo entre canciones sobre la separación, ese pasarse factura mutua que tanto Iorio desde Almafuerte como el resto de músicos desde Malón se hicieron. Iorio por un lado decía "premeditaron apartarme y al saberlo me hice a un lado" En Malon en cambio se decía respecto Iorio "No pierde el tiempo en discutir
prefiere siempre huir, su estrategia es perlotear con soltura y propiedad". El documental también deja de lado el interesante vinculo que desde las letras se hacia con la clase trabajadora. Se convierte así en un documental para entendidos donde los argumentos de lo que se cuenta forman parte de un acuerdo tácito con el espectador, que no puede menos que ser fan de hermética para encontrar algún atractivo. Es el primer problema del documental.


Entre los entrevistados, se encuentra el Ruso Verea, Gustavo Olmedo, algunos ex plomos de la banda, Marcelo Moya (manager de la banda y luego de alamfuerte) y por supuesto los ex integrantes, excepto Iorio. En una nota el director contaba sobre la difícil decisión de hacer el documental ante la negativa de Iorio a ser entrevistado, y del desafío de intentarlo. Es bueno que lo haya intentado, aunque el resultado no convenza. Al principio se establece una relación con la década del ’90. En los años más corruptos, de desguace del estado, de desaparición de dignidad laboral y social, de pobreza, surge hermética. Conectando todo eso. En la zona de aguante. Pero esta punta es poco y casi nada desarrollada. Hay entrevistas a Fans que dicen lo importante que fue hermética en sus vidas, una fan admite haber pensado suicidarse cuando supo de la separación.
Luego de ver el documental, cuyo mayor aporte sin duda son las entrevistas a Spataro (primer baterista) y a Tony Scotto (segundo baterista) que suman un jugoso anecdotario de la época. Queda la imagen de que Hermética es la banda que no fue. Que pudo llegar a ser una gran banda, pero por disputas de egos, de plata o lo que sea se termino separando en su mejor momento. Es un esquema común para estos relatos, casi una forma típica del universo MTV. Un mundo de fama y glamour donde el éxito solo depende del talento, donde no existen relaciones de trabajo, no hay medios de comunicación, y por supuesto no hay intereses. Un mundo aislado y alienado donde la sociedad no existe. Y ese es el gran problema de la película. Que hermética no puede ser entendida desde la MTV. No todos los fans de hermética pensaron suicidarse cuando la banda se separo. Tampoco les cabe del todo, el mote fans a los seguidores de hermética.



Resistir al imperio de la devastación



“día a día el desierto va creciendo. Y el descontento del joven trabajador será su perdición” (Hermética)

La década del 90 estableció y consolido una manera de pensar, donde el individualismo, la alienación y una significativa crisis de valores se convirtieron en cultura. Acorde a lo que pasaba en el mundo, la avanzada del posmodernismo y su trillado “fin de la historia” trajo a nuestro país el fin de nuestra propia historia. Conocimos el quiebre de todas las organizaciones intermedias, la falta de representatividad y participación en sindicatos en partidos políticos no hizo más que aleara a la sociedad de las decisiones sobre su destino, asistimos a la desindustrialización del país y tuvimos la tasa de desempleo más alta de nuestra historia. Pero no podíamos saberlo, porque la historia, nos decían, había terminado. El pensamiento único nos obligaba a creer que no había más nada que hacer, que para todo había una única respuesta, y era la que nos proponía primero y nos obligaba después el FMI. Todas las políticas se estructuraron sobre tres desprecios, desprecio a todo lo argentino (en argentina nos e podía fabricar nada, los argentinos no tenían capacidad para nada, son todos, absolutamente todos, incompetentes, inútiles y corruptos) todo lo que viene de afuera, todo lo que se importa es mejor. El segundo desprecio fue al estado como extensión de su pueblo, el estado es incompetente, inútil y corrupto. (Desprecio necesario para la privatización de todas empresas del estado) Y desprecio finalmente a la política como herramienta de cambio. “la política corrompe” no decían, “el político solo busca su propio beneficio” no había que meterse en política por eran todos ladrones y mafioso. Si uno es honesto y se mete en política va a terminar siendo corrupto. El único valor sobre la política era la honestidad, como si la política se tratase de manejar plata. Un presidente es bueno si no robo, si fue pobre y siguió siendo pobre, las decisiones que tomo en su gobierno, no importaba. Si el país creció, si lucho contra el analfabetismo y creo políticas desarrollo, no importaban, lo único importante en la década del 90 es la plata. De Illia solo recordamos su austeridad, que haya intentado relajar la política de patentes medicinales, para abaratar la medicina y mejorar la vida y la salud del pueblo, es insignificante al lado de la certeza de que no se haya robado ni un peso. Solo importa la plata. Quién la tiene como la tiene y si está bien que la tenga. Y solo está bien que la tengan los ricos o los extranjeros. Los tres desprecios cerraron un camino perfecto a la ejecución del neoliberalismo y la nula participación social de todas las decisiones del estado. Pero esta matriz cultural solo pudo ser posible a partir de un gigantesco conglomerado mediático, construido con favores políticos, propaganda, y el desembarco de las multinacionales de cultura norteamericana. La pauta de lo importado como superior a todo los nacional pasa de aplicarse de lo industrial a lo cultural, la cultura importada también es mejor. Así pasa con el cine, la música, y la historieta: nada de lo que se hace en la argentina puede ser mejor que lo que viene de estados unidos. La devastación económica de los 90 fue también cultural.


La cultura responde.


“no quiero más tu cultura importada: dame realidad” (Nativo)

Lo interesante de Hermética es que responde a todo esto. Pertenece indudablemente a la década del 90 porque la cuestiona. Casi sin quererlo Iorio unió la voz de Hermética a la de todos los que ya no tenían voz, porque el cerrojo mediático y el rechazo a las herramientas de la política empezaba a dejarlos también afuera. El segundo disco de Hermética se llamó “victimas del Vaciamiento”. Y el Vaciamiento no era un concepto que haya inventado Iorio, era lo que se empezaba a decir lejos de los micrófonos del grupo clarín o de los grupos que conformaron el todo en lo cultural. Era lo que pensaban los trabajadores que veían fundirse las fábricas, que veían como todo se iba y ya nada quedaba. Las victimas del vaciamiento, son esencialmente obreros. Además Hermética comenzó a diseñar una suerte de mapa de sensibilidades sobre las cuales se referenciaran casi todos los músicos de heavy metal argentino, la cuestión social, la desigualdad, la desocupación, la impunidad ante los crímenes de la dictadura, la cuestión indígena, todos esos temas están presentes en todas las letras de hermética, y tal vez por primera vez en el repertorio del rock nacional.


Iorio seguirá con estas preocupaciones en Almafuerte que serán comunes también con Malón, con Logos en incluso Animal.
También es importante tener en cuenta que La banda surge en el 1988 y tal vez disfruta de los resquicios de un sistema de representaciones culturales que empezaba a cerrase, aquel conglomerado mediático todavía no estaba instalado y los vínculos de la cultura con los medios masivos de comunicación todavía no estaban rotos. Se podía ser cultura y estar en los medios. La separación coincide con la ruptura definitiva de los vínculos de la cultura con las producciones culturales. Desde 1995 en adelante el mundo discográfico y el escenario cultural caminaran hacia un sistema cerrado de exclusiones y negaciones. Donde nada de lo que pasa fuera de él puede tener lugar. Y lo que pasaba afuera era la década del 90, la desocupación, la desindustrialización, la impunidad de los represores, el vaciamiento y un sinfín de manifestaciones culturales que lo denunciaban.

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