martes, 16 de agosto de 2016

Monstruos y Justicieros

Entre las cosas que me traje de la Crack Bang Boom 7 (la exposición de historietas de rosario) quiero hacer una breve reseña de lo que pude leer hasta ahora y más me gusto. Hoy le toca a "La Cuca de Liniers", una historieta escrita por Guillermo Calisiatti y dibujada por Cristian Bevacqua. Hasta ahora salieron 3 númenes entre 2013 y 2016 más otro título "su nombre es quilombo" que desarrolla un personaje secundario que cumple algún papel en la historia. Este título se suma al equipo creativo Alejandro Müller en los dibujos (dibuja la mitad de la historia) mientras que en el 3 de La cuca se suman Martin Roca (dibujando alguna paginas) y Germán Nobile (portada). En los 4 casos son revistas de 24 páginas blanco y negro, en papel ilustración las de Cuca y en papel obra, Quilombo. Al parecer del primer número de CUCA hubo dos ediciones, siendo la ultima la que llego a mis manos. En ningún titulo se informa fecha de impresión.

Primero voy a observar que se trata de un historia muy bien escrita, el guion de Calisiatti es contundente por donde se lo mire, los personajes, sus motivaciones y los conflictos están todos muy bien presentados y construidos. La historia no parece prometer mucho, es sobre una cucaracha gigante que ataca criminales en el barrio de Liniers, pero en su desarrollo va tomando niveles muy prometedores. Este monstruo viaja disimulado en el carrito de un cartonero, que alguna vez fue combatiente de Malvinas y herido en combate quedo mudo, se comunica con el bicho justiciero por alguna forma de telepatía. Las apariciones de la cuca son salvajes y crueles, a cada ladrón que encuentra infraganti lo descuartiza. Conforme avanza la historia vemos que el ex combatiente, Carlos Fernández (charly) tiene con la cuca una suerte relación de maestro o padre, e intenta hacerle entender a la cucaracha que "matar es malo" y que "el castigo tiene que ser de acuerdo al crimen", a un tipo que se violento contra un lava vidrios lo había dejado paralitico.
Luego van apareciendo otros personajes, Meli Rossi, una documentalista que quiere averiguar que es la cuca, luego de que el monstruoso bicho gigante la salve de un intento de violación (en el que el violador termino descuartizado) y aparece también un detective privado llamado Quilombo, que trabajando para los poderes económicos mas oscuros es encomendado para buscar y promocionar los crímenes de la cuca. Hay gente muy poderosa que por algún motivo está interesada en que todo el mundo sepa que una cucaracha gigante está matando gente en Liniers.

El guion de Calisiatti domina a la perfección los elementos con los que juega, tanto el concepto disparatado de la cucaracha gigante luchando por la justicia, como los intereses de los personajes que rodean el universo, pero además consigue producir un mundo degradado, ese Liniers de los cartoneros, donde la cucaracha justiciera, con su accionar rustico y violento se vuelve posible. Y lo hace sin perder nunca la dimensión de las combinaciones casi delirantes de conceptos que maneja. Es un gran merito. Así llega a escenas maravillosas, por ejemplo, hay una secuencia en la que Charly va con la cuca en el carrito y unos pungas intentan chorearlo "¿te parece afanarle un cartonero? seguro no tiene nada encima" "algo le vamos a sacar. si no tiene guita le choreamos la campera militar que algo debe valer" dicen entre ellos. El texto en off comanda el ritmo de la narración de Bevacqua, otorgándole sentido "hay miles de cartoneros en la ciudad (...) hay que tener mucha mala suerte para elegir justo el que lleva la cucaracha gigante en su carro" y entonces la cuca sale del carro y por poco no mata a los pibes, que salen huyendo ante el respiro de charly que le pide a la cuca que no los mate "son pibes nomas, dales un susto y que se vayan". Al dibujo de Bevacqua, tal vez le falta un poco, pero va consolidándose numero a numero, y cumple narrativamente. Lo que no es poco.

La justicia en la periferia

Hay una semejanza que no se puede pasar por alto con el "animal Urbano" de Guillermo Grillo y Edu Molina (gran historieta a la que prometo dedicar algunas reflexiones). En aquel caso también se trataba de un gigante monstruoso que en la periferia del subdesarrollo se dedicaba a hacer justicia de modo rustico y violento. Tanto el animal urbano como la cuca, dominan torpemente el lenguaje y actúan según criterios de justicia puramente intuitivos y prácticos. El animal urbano aparecía en las villas, como una sombra oscura para frenar abusos en un mundo precario, de villanos miserables y crímenes horribles pero pequeños. Nadie quiere conquistar el mundo. Es que el mundo, en la periferia, es para todos una ilusión. Se trata entonces de ganar plata de la manera que sea, sin importar cuanta gente muere. El peor villano del animal urbano era un comisario corrupto, el villano de la cuca es un empresario inescrupuloso relacionado a la dictadura, sus crímenes no son tan pequeños pero tampoco quiere conquistar el mundo (en todo caso trabaja para su dueños).

Algo que quiero observar es la característica de doble victima de los personajes. Veamos, aquí en el imaginario de la periferia, las victimas (las personas a las que la cuca o el animal urbano vienen a salvar) no son personas que lo tengan todo (bienes, posición social o económica), no son personas que pueden perder algo por primera vez, sino personas que ya han perdido muchas cosas. Hace mucho tiempo, en un texto no demasiado brillante Umberto Eco ("El mito de Superman" en Apocalípticos e Integrados, [1968] Tusquets, 2008) nos hizo ver que Superman defendía la propiedad privada, que el mundo donde combatía el crimen era un mundo sin desigualdades ni desposeídos y las victimas por tanto eran personas a las que le sustraen bienes. El mayor crimen allí era el robo. Los villanos, salvo aquellos que quieren dominar el mundo, buscan sacarles los bienes a quienes por derecho (burgués) los poseen.
En cambio, en el imaginario de la periferia, el mundo no es perfecto y las victimas ya han sido víctimas de la desigualdad. Son desesperados, desposeídos, por eso el crimen es más monstruoso y más pequeño, y el criminal es más miserable, por que el objeto de su crimen, su móvil, es mas pequeño y elemental, es la campera del veterano ("que algo debe valer") es la satisfacción sexual (y sádica) de una violación, el crimen avanza sobre vidas que nada valen para el sistema. A diferencia de Superman (en la lectura de Eco) que salvaba gente valiosa, gente de plata, tanto el Animal Urbano, como la cuca se dedican defender a los que no valen nada, porque nada tienen. Calisiatti, define de manera brillante en un texto del tercer numero, esa característica de sus personajes y el universo que los contiene "Lo último que se pierde es la esperanza. Sin embargo, todo lo que se pierde antes hace que esa misma esperanza se convierta en una trampa mortal." Las historia, en ese número, avanza sobre el engaño del que será victima una mujer, que ya ha sido víctima del sistema y que toma una mala decisión porque necesita creer. Dice Calisiatti "si la necesidad es la madre de la invención, la desesperación lo es de las peores decisiones".

No hay comentarios: